Hoy veremos un poco de la historia de la cerámica que fuimos tocando muy brevemente en otros artículos de éste blog. 

 

Asimismo, hemos mencionado que la cerámica como oficio o actividad artística y artesanal, nos brinda la oportunidad de pulir aspectos de nuestra personalidad, mejorar nuestras capacidades, adquirir destrezas y manifestar la creatividad que yace en nuestro interior. 

 

En verdad, no sólo la creatividad, sino que la cerámica permite manifestar al exterior todo nuestro ser. Desde nuestra esencia, y conectados con la naturaleza, transformamos la arcilla en objetos únicos. 

 

El manejo del barro (nombre que denominamos a la mezcla de arcilla, agua y talco), nuestra materia prima, permite volver a un estado de libertad absoluto y entrar en estado meditativo de relajación. Libera tensiones y despierta necesidades que muchas veces reprimimos. Además, el crear objetos en tercera dimensión, nos abre la puerta a la sensibilidad y la conciencia. 

 

>>Te invitamos a que puedas ver todos esos aspectos sanadores que tiene la práctica de la cerámica en este enlace a la nota de blog La alfarería, el arte de dar vida al barro. Para nosotros es una terapia curativa 🙂

 

Esta actividad no es nueva. Por medio de la observación, se deduce que la cerámica tiene su origen como la primera manifestación artística del hombre primitivo. De hecho, es la más antigua de las artes.

 

A finales del período prehistórico paleolítico, el hombre plasmaba una tosca figura sin hornear, que luego fue evolucionando hasta ser un arte. Jarras, cuencos, vasijas, esculturas, murales, revestimientos arquitectónicos, ladrillos, joyas, son algunos de sus usos. 

 

Siempre el recurso utilizado fue la tierra, el agua, el aire y el fuego. ¿No es maravillosa la conexión ancestral que vemos ahí? Con la cerámica no existen las distancias, las fronteras ni el tiempo. Es cósmico, y somos un fractal del Universo.

 

Por esta razón, la alfarería es uno de los aspectos más representativos de la vida de un pueblo, y acompañan la vida cotidiana, siendo parte de nuestra cultura y costumbres.

 

Sus dibujos, sus formas, sus procesos, nos brinda una documentación invaluable de las diferentes épocas de la existencia humana y nos refleja la forma de vida de cada momento.

 

Ha perdurado a través del tiempo a pesar de la industrialización, y no se ha separado del ser humano. 

 

Distintas etapas y un poco de historia

 

Como dijimos, la cerámica y la materia prima que es la tierra, es tan antigua como el hombre mismo. El arte nace en la primera manifestación artística del hombre primitivo, y es un aspecto que devela a los pueblos y las características de las distintas épocas de la existencia humana, incluso, antes de la existencia de la escritura. 

 

>>Te traemos un pequeño fragmento de la hermosa película Little Buddha (1993), donde aparece el torno, hace 2500 años atrás y el trabajo de la alfarería. Se encuentra en el minuto 3.58.

Los objetos de cerámica hechos a mano (sin torno) en América tienen origen en las culturas precolombinas. Modelaban arcilla para usar en ceremonias, utilitarios o figuras que representaban tanto hombres como animales. Luego, si, con la llegada de los españoles, se introdujo el torno alfarero y también se introdujo una nueva forma de elaboración, diferente de la que conocían los indígenas hasta ese momento.

 

Con la Revolución Industrial, uno de los cambios importantes fue la producción cerámica que se volvió masiva, uniforme, barata y pareció dejar de tener sentido la producción manual y artesanal. Esto no se dio igual en Europa; Francia, Inglaterra y Alemania preservaron la tradición y eso permitió que el renacimiento de la cerámica en este siglo sea más fluido en esos países.

 

En Argentina notamos un renacimiento desde el 2001, cuando el país atravesaba una gran crisis económica y política. Hoy, también lleva aspectos sustentables y ecológicos, porque elimina el uso de plásticos y conversión en basura contaminante. Es un material tan noble que es usado en diversas industrias, hasta en la electrónica (en micro piezas de celulares, de computadoras) y, productos eléctricos. Por ejemplo, un secador de pelo.

 

En Jikan, te proponemos volver a lo simple con objetos bellos, hechos a mano y a conciencia que traen armonía a tu vida.